En el lenguaje de la Perceptología, es necesario aclarar que el 99% de la información se expresa sin palabras. Cuando un estímulo es percibido por los sentidos, y estos a su vez se encuentran en armonía, surge una barrera natural de nuestros cuerpos comúnmente conocida como intimidad. La intimidad representa un límite ficticio, creado por conceptos como el sexo, la sensualidad y la sensibilidad quienes definen nuestras barreras naturales, separando en nosotros lo que es íntimo y lo que no lo es. Al proceso de penetrar estas barreras se le denomina seducción.
La Seducción se define técnicamente como el arte de inducir a una persona a que participe en determinado comportamiento, generalmente de naturaleza sexual. Algunos diccionarios definen Seducción como sinónimo de "engaño con arte y maña". Sin embargo, para mí la Seducción es un poco mas compleja; no deja de ser arte, aunque en su mayoría no tenga nada artístico; no deja de ser engaño, aunque sea un acto completamente sincero; y no deja de ser un negocio, en el cual tu ganas y yo gano. Y esto me apoya para dar paso al tema que se pretende abordar en este blog: ¿Cómo un producto logra, sin hablar, seducir a un comprador potencial, hasta el punto en que conformen una relación interesante y duradera?
Antes de abordar la Seducción como proceso obligado para la Perceptología Comercial, es necesario presentarla de modo natural, como el proceso biológico del que somos participes activos muchas veces al día, todos los días, y descomponer dicho proceso en sus partes mas interesantes: Sexo, Sensualidad y Sensibilidad, alejados (por ahora) del objetivo comercial que pretendo alcanzar.
La Seducción se define técnicamente como el arte de inducir a una persona a que participe en determinado comportamiento, generalmente de naturaleza sexual. Algunos diccionarios definen Seducción como sinónimo de "engaño con arte y maña". Sin embargo, para mí la Seducción es un poco mas compleja; no deja de ser arte, aunque en su mayoría no tenga nada artístico; no deja de ser engaño, aunque sea un acto completamente sincero; y no deja de ser un negocio, en el cual tu ganas y yo gano. Y esto me apoya para dar paso al tema que se pretende abordar en este blog: ¿Cómo un producto logra, sin hablar, seducir a un comprador potencial, hasta el punto en que conformen una relación interesante y duradera?
Antes de abordar la Seducción como proceso obligado para la Perceptología Comercial, es necesario presentarla de modo natural, como el proceso biológico del que somos participes activos muchas veces al día, todos los días, y descomponer dicho proceso en sus partes mas interesantes: Sexo, Sensualidad y Sensibilidad, alejados (por ahora) del objetivo comercial que pretendo alcanzar.
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